En la soledad de Piura, donde vivo desde el 4 de enero, en una habitación de 4 x
4, reflexiono sobre hechos
para mi trascendentes: Nada
en la vida tiene sentido sino se va detrás de un sueño, con la esperanza de una vida mejor, pero no con una mirada
económica , más bien con una mirada de fortalecimiento espiritual.
Veo fortalecidos a mis hijos Matías y Andrea y a mi esposito Beto. Ellos saben que estoy aquí contando minuto a minuto el momento de nuestro reencuentro, donde ya no seremos los mismos...
Veo fortalecidos a mis hijos Matías y Andrea y a mi esposito Beto. Ellos saben que estoy aquí contando minuto a minuto el momento de nuestro reencuentro, donde ya no seremos los mismos...
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