Escribo sobre mi vida, mi familia, mis hijos y mi trabajo. Sobre mis sueños, mis alegrías y mis esperanzas....
viernes, 20 de abril de 2012
¿Qué hice en este tiempo?
Estoy leyendo a Marcela Serrano: "10 MUJERES" , me identifiqué con un poquito cada una de ellas: la que espera, la que arriesga, la que llora, la que se asusta.... Cumplir 40 años no fue fácil, debes tomar decisiones que serán las "últimas que podrás tomar en la vida". Decidí renunciar a mi trabajo, un trabajo que me gustaba, que me apasionaba, que me llenaba... pensé que era una forma de reinventarme, de reencontrarme... y no me arrepiento. No trabajar me permitió tener tiempo suficiente para ver mi interior, lo que soy capaz de hacer como mujer , como profesional, como madre, como esposa y como hija.
Como profesional, lo que esperaba, el trabajo ideal no demoró en llegar, un buen sueldo, un buen trato... todo lindo.
Como madre, quiero a mis hijos. Con ellos disfruto cada momento: jugamos, aprendemos, peleamos, nos abrazamos.... dicen que soy la mejor mamá del mundo... pienso que es una exageración...La terapeuta de lenguaje de Matias me dijo textualmente: "Quiero analizar con usted los aspectos positivos. Su hijo apoya mucho con la terapia, eso es muy bueno y el segundo aspecto positivo es su mamá". No pude contenerme, lloré como nunca, no paré ... no se si merecía tamaña afirmación... me lleno de miedos, angustias, de no dar la talla...
Con mi esposo, es todo tan ambigüo... lo quiero mucho y me asusta... porque el amor es capaz de hacerte sentir la mujer más feliz del mundo, pero también la más desdichada... Me gustaria compartir más tiempos con él. Poder tener la libertad de contarle sobre todo lo que hay en mi interior, lo que siento...Descubrí, al conversar con mis amigas, que los hombres tiene sentimientos muy egoistas... que asustan, y él, no es la excepción.
Mi papá. Tomo café con él cada vez que me llama , es una travesura, porque ninguno de los dos puede hacerlo. Mi mami, que por ahora vive en Lima , lo llama para prohibírselo. Lo disfruto y me gusta , no el café precisamente, me gusta salir con él, con mi papá. La complicidad, la disfruto.
En la familia, mi hermana menor fue diagnosticada de cáncer y tuve todo el tiempo para investigar, pasando horas de horas revisando páginas web, foros, para entender esta rara enfermedad de tipo HER2, el cáncer más dificil... Y después, mi mami, también diagnosticada con cáncer. He llegado a la conclusión que ella quiso tener cáncer, para que mi hermana se librara de él.
Quiero contar que denucié a mi esposo por violencia psicológica. Lo hice por varios motivos. El primero, ser revalorada como mujer y ser humano; el segundo, ser un ejemplo para mi hija; y, el tercero, darnos una oportunidad para ser felices. Es gracioso todo lo que me pasó, porque vivir en un pueblo pequeño como Tumbes te hace muy vulnerable. Tumbes tiene una Comisaria de la Mujer, me dirigí allá, es relativamente lejos, se toman dos movilidades para llegar. Ingresar a la comisaria y decirle al Policia, rodeado de otras personas: quiero denunciar una violencia familiar... es la primera barrera por sortear... y la respuesta: debe ir a la comisaría de su jurisdicción. Dirigirme a la otra comisaría y decir lo mismo, y además estar ahí cerca de dos horas, porque se olvidaron que estaba esperando... la llegada del fiscal para tomar tus declaraciones. Después, dirigirme al psicológo, en la Unidad de medicina legal y encontrarme frente a frente con mi papá.... porque habia olvidado decir que es abogado. Además, de reconocer a una amiga de la familia, secretaria recepcionista de todos estos casos, y quien, finalmente, me ayudo a rescatar los documentos para evitar la incomodidad. La cita con el psicólogo, éste la suspendió porque olvidó que tenía una reunión. Regresar a la cita y encontrarme con la hermana de mi mejor amigo. Nos hicimos cómplices las tres: la secretaria, la hermana de mi mejor amigo y yo...Fue la mejor terapia: tres mujeres siendo protagonistas. Hay una frase de James Joyce: "Ya que no podemos cambiar la realidad , cambiemos la conversación". Por muchas horas la conversación fue la misma
Y lo fantástico de toda esta historia: Mi esposo. Le conté que lo había denunciado y más allá de reaccionar como todos los hombres, fue diferente... sentí que me revaloró, que me quiso más, que me admiró. Ahora nos queda enfrentar todo lo que conlleva esta denuncia y lo haremos juntos, pensando que es la gran oportunidad que tenemos para ser realmente felices...
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